a) ¿Qué tengo que hacer? Un microrrelato
b) ¿Qué es un microrrelato?
El microrrelato es una construcción literaria narrativa distinta de la novela o el cuento. Es la denominación más usada para un conjunto de obras diversas cuya principal característica es la brevedad de su contenido. El microrrelato también es llamado microcuento. Esta narración debe ser breve, precisa y de una gran intensidad expresiva.
c) Tema: visión del mundo futuro que os tocará vivir
En sus microrrelatos los alumn@s podrán:
- Imaginar que será el mundo real en el que tendrán que vivir como adultos.
- Soñar cómo sería el mundo ideal que les gustaría vivir
- Pedir a los diferentes presidentes y/o personas poderosas que velen por un mundo más justo y sostenible.
- Quizá, Santa Claus o los Reyes Magos puedan traer un mundo mejor
- Imaginar que son adultos y están hablando a sus hij@s sobre el mundo cuando eran adolescentes y lo que pasó para llegar a la situación
- Etc
d) Número de palabras: 100 máximo sin contar el título
Además habrá que añadir un dibujo que dé significado al microrrelato o ilustre mejor su contenido.
e) Fecha de entrega: miércoles, 5 marzo
EL HOMBRE INVISIBLE
Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello.
Gabriel Jiménez Emán
CRUCE
Cruzaba la calle cuando comprendió que no le importaba
llegar al otro lado.
Arturo Pérez Reverte
EL ESPEJO CHINO
Un campesino chino se fue a la ciudad para vender la cosecha
de arroz y su mujer le pidió que no se olvidase de traerle un peine.
Después de vender su arroz en la ciudad, el campesino se
reunió con unos compañeros, y bebieron y lo celebraron largamente. Después, un
poco confuso, en el momento de regresar, se acordó de que su mujer le había
pedido algo, pero ¿qué era? No lo podía recordar. Entonces compró en una tienda
para mujeres lo primero que le llamó la atención: un espejo. Y regresó al
pueblo.
Entregó el regalo a su mujer y se marchó a trabajar sus
campos. La mujer se miró en el espejo y comenzó a llorar desconsoladamente. La
madre le preguntó la razón de aquellas lágrimas.
La mujer le dio el espejo y le dijo:
-Mi marido ha traído a otra mujer, joven y hermosa.
La madre cogió el espejo, lo miró y le dijo a su hija:
-No tienes de qué preocuparte, es una vieja.
Anónimo
EL POZO
Mi hermano Alberto cayó al pozo cuando tenía cinco años.
Fue una de esas tragedias familiares que sólo alivian el
tiempo y la circunstancia de la familia numerosa.
Veinte años después mi hermano Eloy sacaba agua un día de
aquel pozo al que nadie jamás había vuelto a asomarse.
En el caldero descubrió una pequeña botella con un papel en
el interior.
"Este es un mundo como otro cualquiera", decía el
mensaje.
Luis Mateo Díez
EL DRAMA DEL DESENCANTADO
...el drama del desencantado que se arrojó a la calle desde
el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la
intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores
furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado
nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra
el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y
había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre
por la puerta falsa valía la pena de ser vivida.
Gabriel García
Márquez
NO DEBERÍA HABER TELÉFONOS EN EL HOGAR DE UN MINERO
Marisa no tuvo que levantar el auricular para saber lo que
le iban a decir al otro lado del hilo telefónico: eran las cuatro menos diez de
la madrugada y Jaime estaba en el pozu... pero lo levantó. —Marisa, oye mira
que soy Serafín, ¿tas bien?, vete a buscar a la mi muyer, nun tes sola, ye que
mira... Marisa oye dime algo... Marisa colgó el teléfono sin decir nada, arropó
a Jacobo que dormía en la cuna y comenzó a llorar. Al poco, sonó el timbre.
Eran las vecinas. Ellas tampoco dijeron nada.
Aitana Castaño
MÚSICA
Las dos hijas del Gran Compositor -seis y siete años-
estaban acostumbradas al silencio. En la casa no debía oírse ni un ruido,
porque papá trabajaba. Andaban de puntillas, en zapatillas, y sólo a ráfagas,
el silencio se rompía con las notas del piano de papá.
Y otra vez silencio.
Un día, la puerta del estudio quedó mal cerrada, y la más
pequeña de las niñas se acercó sigilosamente a la rendija; pudo ver cómo papá,
a ratos, se inclinaba sobre un papel, y anotaba lago.
La niña más pequeña corrió entonces en busca de su hermana
mayor. Y gritó, gritó por primera vez en tanto silencio:
-¡La música de papá, no te la creas...! ¡Se la inventa!
Ana María Matute
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