jueves, 28 de enero de 2016

Día de la Paz. 30 de enero.

¿QUÉ ES LA PAZ?
paz.
(Del lat. pax, pacis).

1. f. Situación y relación mutua de quienes no están en guerra.


4. f. Sosiego y buena correspondencia de unas personas con otras, especialmente en las familias, en contraposición a las disensiones, riñas y pleitos.

5. f. Reconciliación, vuelta a la amistad o a la concordia. U. m. en pl.

6. f. Virtud que pone en el ánimo tranquilidad y sosiego, opuestos a la turbación y las pasiones.



hacer las paces.
1. loc. verb. reconciliarse (‖ volver a las amistades).

poner en ~ a dos o más personas, o poner ~ entre ellas.
1. locs. verbs. mediar (‖ interponerse entre quienes riñen).

y en ~.
1. loc. adv. U. para indicar que se da por terminado un asunto.






CANCIÓN QUINCE

Ramo de oliva, vamos
a verdear el aire,
que todo sea ramos
de olivos en el aire.

Defenderemos la tierra
roja que vigilamos.
Que todo sea ramos
de olivos en el aire.

Puestos en pie de paz,
unidos, laboramos.
Ramo de oliva, vamos
a verdear el aire.

A verdear el aire.
Que todo sea ramos
de olivos en el aire.             Blas de Otero



Miguel Hernández.
"La guerra es como una hoguera
donde los locos se abrasan"

"Tristes guerras
si no amor la empresa.
Tristes, tristes
Tristes armas
si no son palabras.
Tristes, tristes."

"A lo lejos tú, sintiendo
en tus brazos mi prisión
en tus brazos donde late
la libertad de los dos.
Libre soy. Siénteme libre.
Sólo por amor."


Nicolás Guillén 

Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos:
Los negros, su manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Ay,
una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte.

—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—Una rosa y un clavel...
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El sable del coronel...
—¡Cierra la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—La paloma y el laurel... 
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El alacrán y el ciempiés...
—¡Cierra la muralla!

Al corazón del amigo,
abre la muralla;
al veneno y al puñal,
cierra la muralla;
al mirto y la yerbabuena,
abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor,
abre la muralla...

Alcemos una muralla
juntando todas las manos;
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte...



PIDO LA PAZ Y LA PALABRA      Blas de Otero




Escribo
en defensa del reino
del hombre y su justicia. Pido
la paz
y la palabra. He dicho
«silencio»,
«sombra»,
«vacío»
etcétera.
Digo
«del hombre y su justicia»,
«océano pacífico»,
lo que me dejan.
Pido
la paz y la palabra.     




martes, 26 de enero de 2016

Mi lugar favorito

   


     Después de ver en clase los aspectos más importantes de la descripción y de analizar textos descriptivos, te toca escribir y luego contarnos a todos cuál es tu lugar favorito. ¿Cuál es ese sitio al que siempre te gusta ir y al que siempre quieres volver?

     El trabajo tiene que tener las siguientes características:

- Título: Mi lugar favorito

- Debes incluir ( en el orden que quieras): cómo se llama, dónde está, por qué
lo has elegido, cómo lo conociste...; y la descripción propiamente dicha de lo que podemos encontrar allí.

     La descripción debe ser subjetiva: debes hacerla desde tu punto de vista, seleccionando la información que consideres más relevante, las sensaciones que te produce ese lugar, cómo te sientes allí...

-Presentación: folio en blanco ( no es necesaria portada).

-Extensión: una cara del folio

-Fecha de entrega : febrero 2016

      Sería aconsejable que siguieras los siguientes pasos:
1º Planificación: esquema de ideas ( qué quiero decir)
2º Organización de las ideas anteriores
3º Borrador
4º Sucesivas lecturas y correcciones
4º Lectura en voz alta para  ti mismo. Nuevas correcciones.
5º Lectura en voz alta a otra persona. Vuelvo a corregir posibles errores.
6º Texto definitivo
 
      Por último, pero no menos importante: la forma ( presentación general).

      ¡IMPORTANTE! Subraya todos los adjetivos que utilices. 

     *Recuerda que sería muy útil trabajar con un diccionario de sinónimos cerca. 


jueves, 21 de enero de 2016

Examen I 1º ESO 2ª evaluación

      Queridos alumnos, aquí os dejo los contenidos del próximo examen. Es importante que los vayáis estudiando ya para poder resolver en clase las posibles dudas.
   

   


lunes, 18 de enero de 2016

Microrrelatos

     Un microrrelato es un brevísimo texto de carácter narrativo que expresa , en muy pocas palabras, un acontecimiento ficticio. Los microrrelatos tienen una extensión que va desde una sola oración a unas quince o veinte líneas. 
    Nosotros vamos a hacer un microrrelato de cien palabras justas   ( debes utilizar la plantilla que te daré en clase). Tienes que partir de esta imagen y escribir una historia a partir de lo que te sugiera:


       




   Aquí tenemos algunos ejemplos:

 


El dinosaurio[Minicuento. Texto completo.]Augusto Monterroso
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
FIN

EL POZO - LUIS MATEO DÍEZ
Mi hermano Alberto cayó al pozo cuando tenía cinco años. Fue una de esas tragedias familiares que sólo alivian el tiempo y la circunstancia de la familia numerosa. Veinte años después mi hermano Eloy sacaba agua un día de aquel pozo al que nadie jamás había vuelto a asomarse. En el caldero descubrió una pequeña botella con un papel en el interior. "Este es un mundo como otro cualquiera", decía el mensaje.

LA MUERTE EN SAMARRA - GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ (Adaptación)
El criado llega aterrorizado a casa de su amo.
-Señor -dice- he visto a la Muerte en el mercado y me ha hecho una señal de amenaza.
El amo le da un caballo y dinero, y le dice:
-Huye a Samarra.
El criado huye. Esa tarde, temprano, el señor se encuentra la Muerte en el mercado.
-Esta mañana le hiciste a mi criado una señal de amenaza -dice.
-No era de amenaza -responde la Muerte- sino de sorpresa. Porque lo veía ahí, tan lejos de Samarra, y esta misma tarde tengo que recogerlo allá.

CALIDAD Y CANTIDAD - ALEJANDRO JODOROWSKY
No se enamoró de ella, sino de su sombra. La iba a visitar al alba, cuando su amada era más larga

PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO - JOSÉ LEANDRO URBINA
Mientras el sargento interrogaba a su madre y su hermana, el capitán se llevó al niño, de una mano, a la otra pieza...
- ¿Dónde está tu padre? - preguntó
- Está en el cielo - susurró él.
- ¿Cómo? ¿Ha muerto? - preguntó asombrado el capitán.
- No - dijo el niño -. Todas las noches baja del cielo a comer con nosotros. El capitán alzó la vista y descubrió la puertecilla que daba al entretecho.

AMENAZAS - WILLIAM OSPINA
-Te devoraré -dijo la pantera.
-Peor para ti -dijo la espada.

(SIN TÍTULO) - GABRIEL JIMÉNEZ EMAN
Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello.

lunes, 11 de enero de 2016

XVI Certamen Cartas por la Paz y la Solidaridad

        Con motivo de la celebración el 30 de enero del Día Mundial de la Paz y No Violencia, el Ayuntamiento de Fuenlabrada convoca el XVI Concurso de Cartas por la Paz.
     Este año el tema de las cartas se centra en la crisis humanitaria provocada por el conflicto en Siria y van dirigidas a DIMITRIS AVRAMPOULOS, Comisario de Migración , Asuntos Internos y Ciudadanía de la Comisión Europea.


     
            Aquí os dejo algunos datos que aparecen en la documentación que nos han enviado, pero vosotros podéis seguir investigando sobre este personaje y sobre el conflicto de Siria.

     Nace en Atenas el 6 de junio de 1953. Es un diplomático y político griego perteneciente al partido Nueva Democracia, ministro en diversas ocasiones, alcalde de Atenas y actual Comisario de Migración, Asuntos Internos y Ciudadanía en la Comisión Junker.
     Tras acabar sus estudios de Derecho en la Universidad de Atenas, se especializó en Diplomacia en la Unoversidad de Boston y en la Universidad Libre de Bruselas. Posteriormente, se afilió a Nueva Democracia y fue elegido diputado en el parlamento griego en 1993. No acabó su mandato ya que fue elegido en 1995 alcalde de Atenas, siendo reelegido en 1998 y conservando el cargo hasta 2002. En 2004, entró en el gobierno de Kostas Karamanlis, primero como ministro de turismo, para ocupar posteriormente la cartera de Sanidad. 
     (...) 
           Con esta edición de Cartas por la Paz y la Solidaridad, pretendemos hacer petición para que se pongan todos los medios posibles en esta crisis humanitaria para proteger al mayor número de familias sirias que tienen que dejar sus hogares por el conflicto bélico. 


                                    Espero vuestras cartas antes del 26 de enero.

    Recordad que, además del contenido, es muy importante que cuidéis la forma: márgenes, sangrías, organización en párrafos, letra, ortografía...

Lecturas 2º evaluación 3º ESO



Lectura en clase: 


Lazarillo de Tormes  Anónimo   Clásicos adaptados  Vicens Vives 






Lectura en casa:    ( elegir una) . 

(No podrá ser la misma que la elegida en el primer trimestre). 


Finis Mundi    Laura Gallego      SM


La visita del inspector   J.B. Priestley


La dama del alba  Alejandro Casona


La princesa manca  Gustavo Martín Garzo



Marina    Carlos Ruíz Zafón




El príncipe de la niebla    Carlos Ruíz Zafón  




Caperucita en Manhattan    Carmen Martín Gaite






Seis cerezas y media    Juana Aurora Mayoral 




Las lágrimas de Shiva    César Mallorquí 







Para saber más sobre las lecturas    Pincha AQUÍ  y aquí 

Fecha para tener la lectura hecha: 22 febrero 2016

viernes, 8 de enero de 2016

Texto 3º ESO: La lengua de las mariposas

LEE ATENTAMENTE EL SIGUIENTE TEXTO LITERARIO Y DESPUÉS CONTESTA A LAS PREGUNTAS SOBRE EL MISMO.
LA LENGUA DE LAS MARIPOSAS
“¿Qué hay, Pardal? Espero que por fin este año podamos ver la lengua de las mariposas”.
El maestro aguardaba desde hacía tiempo que les enviasen un microscopio a los de la Instrucción Pública. Tanto nos hablaba de cómo se agrandaban las cosas menudas e invisibles por aquel aparato que los niños llegábamos a verlas de verdad, como si sus palabras entusiastas tuviesen el efecto de poderosas lentes.
“La lengua de la mariposa es una trompa enroscada como un muelle de reloj. Si hay una flor que la atrae, la desenrolla y la mete en el cáliz para chupar. Cuando lleváis el dedo humedecido a un tarro de azúcar, ¿a que sentís ya el dulce en la boca como si la yema fuese la punta de la lengua? Pues así es la lengua de la mariposa.”
Y entonces todos teníamos envidia de las mariposas. Qué maravilla. Ir por el mundo volando, con esos trajes de fiesta, y parar en flores como tabernas con barriles llenos de almíbar.
Yo quería mucho a aquel maestro. Al principio, mis padres no podían creerlo. Quiero decir que no podían entender cómo yo quería a mi maestro. Cuando era un pequeñajo, la escuela era una amenaza terrible. Una palabra que se blandía en el aire como una vara de mimbre.



“¡Ya verás cuando vayas a la escuela!”
Dos de mis tíos, como muchos otros jóvenes, habían emigrado a América para no ir de quintos a la guerra de Marruecos. Pues bien, yo también soñaba con ir a América para no ir a la escuela. De hecho, había historias de niños que huían al monte para evitar aquel suplicio. Aparecían a los dos o tres días, ateridos y sin habla, como desertores del Barranco del Lobo.
Yo iba para seis años y todos me llamaban Pardal. Otros niños de mi edad ya trabajaban. Pero mi padre era sastre y no tenía tierras ni ganado. Prefería verme lejos que no enredando en el pequeño taller de costura. Así pasaba gran parte del día correteando por la Alameda, y fue Cordeiro, el recogedor de basura y hojas secas, el que me puso el apodo: “Pareces un pardal”.
Creo que nunca he corrido tanto como aquel verano anterior a mi ingreso en la escuela. Corría como un loco y a veces sobrepasaba el límite de la Alameda y seguía lejos, con la mirada puesta en la cima del monte Sinaí, con la ilusión de que algún día me saldrían alas y podría llegar a Buenos Aires. Pero jamás sobrepasé aquella montaña mágica.
“¡Ya verás cuando vayas a la escuela!”
Mi padre contaba como un tormento, como si le arrancaran las amígdalas con la mano, la forma en que el maestro les arrancaba la jeada del habla, para que no dijesen ajua ni jato, ni jracias. “Todas las mañanas teníamos que decir la frase Los pájaros de Guadalajara tienen la garganta llena de trigo. ¡Muchos palos llevamos por culpa de Juadalagara!” Si de verdad me quería meter miedo, lo consiguió. La noche de la víspera no dormí. Encogido en la cama, escuchaba el reloj de pared en la sala con la angustia de un condenado. El día llegó con una claridad de delantal de carnicero. No mentiría si les hubiese dicho a mis padres que estaba enfermo.
El miedo, como un ratón, me roía las entrañas.
Y me meé. No me meé en la cama, sino en la escuela.
Lo recuerdo muy bien. Han pasado tantos años y aún siento una humedad cálida y vergonzosa resbalando por las piernas. Estaba sentado en el último pupitre, medio agachado con la esperanza de que nadie reparase en mi presencia, hasta que pudiese salir y echar a volar por la Alameda.
“A ver, usted, ¡póngase de pie!”
El destino siempre avisa. Levanté los ojos y vi con espanto que aquella orden iba por mí. Aquel maestro feo como un bicho me señalaba con la regla. Era pequeña, de madera, pero a mí me pareció la lanza de Abd el Krim.
“¿Cuál es su nombre?”
“Pardal”.
Todos los niños rieron a carcajadas. Sentí como si me golpeasen con latas en las orejas.
“¿Pardal?”
No me acordaba de nada. Ni de mi nombre. Todo lo que yo había sido hasta entonces había desaparecido de mi cabeza. Mis padres eran dos figuras borrosas que se desvanecían en la memoria. Miré hacia el ventanal, buscando con angustia los árboles de la Alameda.
Y fue entonces cuando me meé.
Cuando los otros chavales se dieron cuenta, las carcajadas aumentaron y resonaban como latigazos.
Huí. Eché a correr como un locuelo con alas. Corría, corría como sólo se corre en sueños cuando viene detrás de uno el Hombre del Saco. Yo estaba convencido de que eso era lo que hacía el maestro. Venir tras de mí. Podía sentir su aliento en el cuello, y el de todos los niños, como jauría de perros a la caza de un zorro. Pero cuando llegué a la altura del palco de la música y miré hacia atrás, vi que nadie me había seguido, que estaba a solas con mi miedo, empapado de sudor y meos. El palco estaba vacío. Nadie parecía fijarse en mí, pero yo tenía la sensación de que todo el pueblo disimulaba, de que docenas de ojos censuradores me espiaban tras las ventanas y de que las lenguas murmuradoras no tardarían en llevarles la noticia a mis padres. Mis piernas decidieron por mí. Caminaron hacia el Sinaí con una determinación desconocida hasta entonces. Esta vez llegaría hasta Coruña y embarcaría de polizón en uno de esos barcos que van a Buenos Aires.
Desde la cima del Sinaí no se veía el mar, sino otro monte aún más grande, con peñascos recortados como torres de una fortaleza inaccesible. Ahora recuerdo con una mezcla de asombro y melancolía lo que logré hacer aquel día. Yo solo, en la cima, sentado en la silla de piedra, bajo las estrellas, mientras que en el valle se movían como luciérnagas los que con candil andaban en mi busca. Mi nombre cruzaba la noche a lomos de los aullidos de los perros. No estaba impresionado. Era como si hubiese cruzado la línea del miedo. Por eso no lloré ni me resistí cuando apareció junto a mí la sombra recia de Cordeiro. Me envolvió con su chaquetón y me cogió en brazos. “Tranquilo, Pardal, ya pasó todo.”
Aquella noche dormí como un santo, bien arrimado a mi madre. Nadie me había reñido. Mi padre se había quedado en la cocina, fumando en silencio, con los codos sobre el mantel de hule, las colillas amontonadas en el cenicero de concha de vieira, tal como había sucedido cuando se murió la abuela.
Tenía la sensación de que mi madre no me había soltado la mano durante toda la noche. Así me llevó, cogido como quien lleva un serón, en mi regreso a la escuela. Y en esta ocasión, con el corazón sereno, pude fijarme por vez primera en el maestro. Tenía la cara de un sapo.
El sapo sonreía. Me pellizcó la mejilla con cariño. “Me gusta ese nombre, Pardal.” Y aquel pellizco me hirió como un dulce de café. Pero lo más increíble fue cuando, en medio de un silencio absoluto, me llevó de la mano hacia su mesa y me sentó en su silla. Él permaneció de pie, cogió un libro y dijo:
“Tenemos un nuevo compañero. Es una alegría para todos y vamos a recibirlo con un aplauso.” Pensé que me iba a mear de nuevo por los pantalones, pero sólo noté una humedad en los ojos. “Bien, y ahora vamos a empezar un poema. ¿A quién le toca? ¿Romualdo? Venga, Romualdo, acércate. Ya sabes, despacito y en voz bien alta.”
A Romualdo los pantalones cortos le quedaban ridículos. Tenía las piernas muy largas y oscuras, con las rodillas llenas de heridas.
Una tarde parda y fría...
“Un momento, Romualdo, ¿qué es lo que vas a leer?”
“Una poesía, señor”
“¿Y cómo se titula?”
Recuerdo Infantil. Su autor es don Antonio Machado”.
“Muy bien, Romualdo, adelante. Con calma y en voz alta. Fíjate en la puntuación.”

El llamado Romualdo, a quien yo conocía de acarrear sacos de piñas como niño que era de Altamira, carraspeó como un viejo fumador de picadura y leyó con una voz increíble, espléndida, que parecía salida de la radio de Manolo Suárez, el indiano de Montevideo.
RIVAS, Manuel: “La lengua de las mariposas”, en ¿Qué me quieres, amor?, Madrid, Alfaguara, 2009, pp.23-29.
GLOSARIO DE TÉRMINOS
Pardal: en gallego, gorrión.
Instrucción Pública: Ministerio de Educación.
Abd El Krim: caudillo de las fuerzas irregulares marroquíes que luchaban en África.
Quintos: conjunto de chicos que realizaban el servicio militar en el mismo año.
Ateridos: muertos de frío.
Vieira: Molusco comestible, muy común en los mares de Galicia, cuya concha es la venera, insignia de los peregrinos de Santiago.
Indiano: Nativo de las Indias Occidentales.
Serón: capazo de esparto que sirve para llevar carga por los caminos.

PREGUNTAS SOBRE EL TEXTO
1.- Resume en 5 ó 6 líneas el contenido del texto.
2.- ¿Por qué llaman, según se explica en el texto, al niño “Pardal” y quién le pone el apodo?
3.- ¿Qué defecto del habla tenía el padre del protagonista cuando era niño?
4.- ¿Cómo se titula el poema de Antonio Machado que recita Romualdo ante la clase?
5.- Explica con tus palabras el significado de: “Mi nombre cruzaba la noche a lomos de los aullidos de los perros.”
6.- Analiza las formas verbales que aparezcan subrayadas en el siguiente fragmento:
“Qué hay, Pardal? Espero que por fin este año podamos ver la lengua de las mariposas”.
El maestro aguardaba desde hacía tiempo que les enviasen un microscopio a los de la Instrucción Pública. Tanto nos hablaba de cómo se agrandaban las cosas menudas e invisibles por aquel aparato que los niños llegábamos a verlas de verdad, como si sus palabras entusiastas tuviesen el efecto de poderosas lentes”.
En el análisis debes incluir: PERSONA – NÚMERO – TIEMPO – MODO – VOZ – VERBO EN INFINITIVO.
   

7.- Analiza morfológicamente las palabras subrayadas en el texto:
Yo iba para seis años y todos me llamaban Pardal. Otros niños de mi edad ya trabajaban. Pero mi padre era sastre y no tenía tierras ni ganado. Prefería verme lejos que no enredando en el pequeño taller de costura. Así pasaba gran parte del día correteando por la Alameda, y fue Cordeiro, el recogedor de basura y hojas secas, el que me puso el apodo: “Pareces un pardal”.
8.- Analiza sintácticamente la siguiente frase:
“Sus palabras entusiastas tuviesen el efecto de poderosas lentes”.